Monarch en Fiordos Noruegos - © Cruceroviajes |
Review Fiordos Noruegos a bordo del Monarch 2017
Fiordos Noruegos, el crucero soñado por todo crucerista
Para nuestro crucero de este año barajábamos dos opciones, ambas
por el Norte de Europa: (Fiordos Noruegos o Capitales Bálticas). En cuanto a compañías navieras, a pesar de tener varias opciones de
compañías diferentes, nuestra mirada se había fijado en Pullmantur Cruceros
por varias razones: el idioma y la ruta entre ellas.
Hacía tiempo que no viajábamos con Pullmantur, concretamente desde 2008, ese año fue nuestro último crucero con la compañía, el denominado “Rondó Veneciano” a bordo del Zenith. Ha llovido bastante desde entonces, ¿verdad?
En 2004 nos bautizamos en el tema cruceros con la naviera Pullmantur a bordo del R6 en el mítico recorrido “Rondó Veneciano”. Volveríamos a repetir con la naviera de la Ñ en 2006 cruzando el charco para realizar “Sueños del Caribe” a bordo del Holiday Dream, y como no hay dos sin tres, repetimos ruta en 2008, el crucero que os comentaba más arriba: (Rondó Veneciano), a bordo del Zenith. Por lo tanto, iba siendo hora de repetir experiencias con la naviera que tantos recuerdos nos traía.
Después de navegar en diferentes compañías y conocer diversos itinerarios desde 2004, decidimos realizar Fiordos Noruegos, zona que ya conocíamos de nuestra travesía en 2011. Eso sí, en esta ocasión conoceríamos algunas escalas desconocidas para nosotros.
La oferta disponible para Capitales Bálticas era idéntica a la que ya conocíamos de nuestro crucero en 2010, por lo tanto, la decisión estaba tomada.
El Monarch también era un barco desconocido para nosotros, así que decidimos lanzarnos de lleno a esta nueva aventura cuyas impresiones os comentaré en este relato, impresiones relativas tanto a los traslados como al barco y toda su oferta a bordo. Esta información la ampliaremos más adelante con informes más completos incluyendo las escalas.
Comenzamos el viaje con nuestros habituales compañeros
Ana y Félix. Por motivos de aeropuerto de salida, (Barcelona), y
horario de salida de nuestro vuelo, (7:00 horas), decidimos
desplazarnos en coche hasta la terminal de la Ciudad Condal.
Al reservar a última hora no tuvimos elección de volar desde Madrid, además, nuestros compañeros de viaje no tenían buena combinación de trenes para su regreso. Nuestro caso era diferente ya que nuestro tren de vuelta si nos permitía un amplio margen de maniobra para la vuelta, pero decidimos acompañarlos para que no hicieran el trayecto solos, ya que hay bastantes kilómetros hasta nuestro destino. Si a esto le añadimos el tiempo de antelación que debíamos estar en la terminal para facturar, las horas de descanso en el hotel iban a ser bastante limitadas.
DESPLAZAMIENTO
Partimos con la idea de llegar a Barcelona a las cuatro de la mañana. Entre dejar el coche en el parking del hotel cercano al aeropuerto y posterior traslado, llegamos al aeropuerto con dos horas y media de antelación, así que allí nos presentamos con bastantes horas sin dormir pero la aventura valió la pena.
FACTURACIÓN Y VUELO
Nuestra llegada a los 2 mostradores de la compañía aérea AlbaStar, compañía desconocida para nosotros y dedicada generalmente a realizar vuelos chárter, la realizamos sin mayor problema. Eso sí, parece que la gente no duerme pues la cola ya estaba más que formada y fuimos de los 15 o 20 últimos en completarla, (como de costumbre).
Dos asistentes de la naviera comprobaban datos de los pasajeros y etiquetas colocadas en las maletas como es habitual en todas las compañías.
La espera no fue muy tortuosa. Teníamos algo de preocupación por el peso de nuestras maletas ya que en la web de la compañía indicaban un peso máximo. Para este viaje en concreto disponíamos de un límite de 21 kilos por maleta como así fue. No llegamos a rebasarlos y respiramos tranquilos.
Facturamos, e hicimos la pregunta del millón teniendo en cuenta que éramos de los últimos…. ¿Nos puede asignar ventanilla?
Pues sí, nos asignaron ventanilla. A nuestros compañeros asientos contiguos, (juntos), pero uno a cada lado del pasillo, además en la fila 17 del Boeing 737-400. O sea, que a veces el estar de los primeros no significa que te asignen el mejor asiento debido al sistema que vete tú a saber cuál es. Eso sí, naturalmente siendo de los primeros ventanilla tienes seguro.
Una vez facturadas las maletas subimos a la planta superior para pasar el control de seguridad, algo de caos debido a la posible “huelga” de los empleados de seguridad. La Srta., (por decir algo), a cargo del escáner la tomó con nosotros argumentando que llevábamos, (textualmente): cargadores de móviles, líquidos y dos paraguas, y nos hizo sacar todo de la maleta con malos modos. Quiero reseñar que los líquidos eran de la capacidad permitida y metidos en sus bolsas transparentes correspondientes, (perfume, desodorante, etc.), y los paraguas plegables, ya que se entiende que si íbamos a Noruega nos podía llover algún día.
Al no haber espacio para ello tuvimos que hacerlo todo en el suelo. Volvimos a pasar de nuevo la cola y había otra empleada a cargo del escáner, lo vio todo correcto por el aparato y pasamos sin problema. Por lo visto nos tocó la tocapelotas del comité de empresa por sus malos modales y la forma de actuar incluso con sus compañer@s debido al conflicto laboral que tenían.
Pasada esta mala experiencia nos dirigimos a la puerta de embarque, donde poco antes de la hora prevista del mismo algunos “desesperados” ya formaban cola como si se les fuera a escapar el avión. No valía la pena estar tanto tiempo de pie cuando tienes tu asiento asignado.
Ya en nuestro asiento, más tranquilos y con el sol despuntando por nuestras ventanillas, se formaba la situación perfecta para que aparezca el sueño en cualquier momento del trayecto, en el cual nos ofrecieron unos zumos y snacks.
Realizamos un vuelo tranquilo con llegada en hora a nuestro destino: Rostock, (Alemania).
LLEGADA AL AEROPUERTO DE ROSTOCK
Estaba lloviznando en el aeropuerto de destino, un aeropuerto no muy grande pero acogedor y con una señalización a pie de pista envidiable. Las indicaciones por parte del personal de Pullmantur fueron correctas, apoyadas por diversos monitores de TV que íbamos encontrando en nuestro camino y nos indicaban la dirección a seguir hasta llegar a los autocares que nos trasladarían hasta el puerto, indicándonos que las maletas las encontraríamos en la puerta de nuestros camarotes, con lo cual nos facilitaba las cosas.
Hacía fresquito y la verdad es que se agradecía, pues dejamos en origen un país con mucho, mucho calor. Rostock se encuentra en el norte de Alemania y se notaba.
CHECK IN
Los vuelos iban llegando escalonadamente durante el día a Rostock con lo cual, y en teoría, debería ser un embarque sin aglomeraciones. Todo el pasaje comenzaba el viaje en este puerto.
Fuimos accediendo a una carpa pre-embarque, nos facilitaron unos refrescos y una cartulina con un número para el embarque ordenado. No sé por qué, pero los empleados iban formando una cola y se pasaban por el forro el orden de los números, con lo cual os podéis imaginar el descontento de los pasajeros, e incluso la facilidad de algún “cara dura”, (que siempre los hay), para saltarse el orden y colarse donde no debe con el consiguiente descontento y follón por parte de otros pasajeros. Creo que deberían tomar nota y solucionar esto para que no vuelva a ocurrir en otras ocasiones. El embarque con números lo hemos realizado en otras compañías y nunca hemos tenido problemas.
Según mi modesta opinión, otra cosa que ralentiza bastante el sistema de embarque es la foto de rigor antes del Check in.
Una vez rebasado todo esto y en otro recinto, nos tocó el turno para realizar el Check-in, donde nos hicieron la foto de seguridad, comprobación de documentos y el registro de la tarjeta para los pagos. Comenzábamos a disfrutar del IDIOMA, nos entendíamos todos e incluso podíamos gastar bromas con los empleados, (lo echábamos de menos). Llevar algunos de los documentos rellenos desde casa facilita las cosas para no perder mucho tiempo.
EMBARQUE
Cuando accedimos al barco nos comunicaron que hasta las 14:00 horas no tendríamos disponibles nuestros camarotes, al mismo tiempo que los lugares donde podríamos comer algo, así que nos dispusimos a conocer un poco el barco y sus rincones antes de darle “alegría” a nuestros estómagos.
CONOCIENDO EL BARCO
El barco en sí, sin ser de última generación ni tan siquiera un mega barco en tamaño, nos va sorprendiendo gratamente. Su tamaño, como he comentado no es XL, pero tampoco es pequeño.
El atrio del Monarch, denominado “CENTRUM”, nos sorprendió,
pues como su propio nombre indica, es el centro de distribución para casi
todas las zonas de la nave. Conforme íbamos recorriendo esta zona nos iba
agradando más, pues dependiendo de la cubierta en que nos encontrábamos,
podíamos acceder fácilmente a: tiendas, casino, bares, recepción, mostrador de
excursiones, sala de internet, impresión fotográfica, Tapas Bar y otros
lugares importantes.
Los dos ascensores panorámicos nos daban la opción de observar todas estas zonas descritas y comentar que no vimos aglomeración en los mismos durante casi todo el viaje, posiblemente por el tipo de distribución que os decía antes. No esperaba ver este atrio en el barco. La verdad que nos gustó mucho.
Los lugares de paso donde posiblemente se pueda encontrar más aglomeración en ciertos momentos, es el Bar Fragata debido, según mi opinión, a dos cosas:
1 – Que queramos tomarnos algo en el bar después del espectáculo. El Salón Broadway, al contrario que la mayoría de barcos actuales, se encuentra en popa y el Bar Fragata es paso obligado hacia el Centrum al igual que el Casino.
2 – Que queramos disfrutar del grupo de música en directo, (Trío Flamenco o Grupo Monarch).
Si a pesar de la efectividad de los camareros no encontráis sitio en este bar para tomar algo, en el lado opuesto se encuentra el Casino. No dudéis, acercaros allí antes de que los indecisos y habituales del “donde vamos”, se os adelanten. Si ninguna de las dos cosas es efectiva, siempre queda la opción B: El Rendez Vous os espera con los brazos abiertos, todo es cuestión de decisiones rápidas.
Os lo comento como anécdota, así que no preocuparos que no tendréis problema.
El Centrum nos deleitó con algunas sorpresas. Una noche al salir de la cena vimos bastante movimiento de gente por allí, todo estaba a punto y comenzaron su actuación. Si, eran dos miembros del Trío Flamenco actuando para todo el recinto, que como os he dicho, ocupa varias cubiertas. Se formó un gran ambientazo y decidí grabar lo que pude. (Podéis verlo en mis vídeos).
¿Desde dónde podría captar mis tomas para mostrar la actuación y el propio ambiente generado en todo el recinto?
Sí, estáis en lo cierto. Desaparecí del lugar accediendo a uno de los ascensores panorámicos. Disfruté mucho captando las imágenes para compartirlas con todos vosotros. Así funciono yo: veo, controlo y actúo.
En otra jornada la actuación fue de acrobacia, que por supuesto también grabé. El riesgo estaba patente pues la altura era considerable y el peligro existía.
CASINO
El Casino no es excesivamente grande pero suficiente para los amantes del juego, en ningún momento lo vimos colapsado. Imagino que todo dependerá de la procedencia y costumbres de los pasajeros.
El Casino no “mata” la vista con colores potentes. Hay barcos en cuyas decoraciones predomina el rojo y son bastantes molestos a la vista, la verdad.
Las máquinas tragaperras del Casino Del Mar son de última generación y recientemente instaladas, alguna de ellas no la habíamos visto en ningún otro crucero, como La Rueda de la Fortuna. Imagino que para el pasaje americano faltarían metros para el juego.
CUBIERTA SUPERIOR
Nos desplazamos a la cubierta superior donde se encuentran las piscinas, (dos), y entre ellas un par de jacuzzis, Bar Panorama, Bar Marina, así como el Buffet y otros servicios más. Es el lugar ideal para celebrar fiestas y animación al aire libre, de hecho, el día de navegación se celebró la fiesta allí.
Accedimos al buffet para comer algo. El buffet ocupa dos cubiertas
donde en la superior encontramos una zona separada con productos especiales,
(dietéticos y demás). Justo enfrente la barra con bebidas y zumos y a su
izquierda, la Pizzería y dispensadores de cafés e infusiones. En el mostrador
siempre había disponibles bebidas en vaso que iban reponiendo para que en todo
momento el pasajero pudiese llegar y coger la suya sin hacer colas: refrescos,
cervezas, etc.
En la cubierta inferior encontramos islas con lo típico de estos lugares, un poco de todo y para todos los gustos.
No somos amantes de los buffets, solo hacemos uso de ellos cuando no tenemos otra alternativa como es el caso de restaurantes cerrados por horario o que no tengamos ganas de madrugar para el desayuno. Los horarios son más amplios, y en combinación con otras partes del barco siempre hay algún sitio donde tomar algo. Entre cruceristas se comenta que los buffets en los cruceros son repetitivos. Normalmente hay de todo: carne, pescado, embutidos, etc.
En el caso del Monarch, además, tanto en el buffet como en los restaurantes siempre había tres opciones de caldos, cremas y/o comidas caseras de cuchara de las que dimos buena cuenta. Siempre que todo el pasaje se encuentre a bordo, como es el caso de días de navegación o embarques en los que el barco zarpa muy pronto, los buffets suelen tener problemas de espacio. Nosotros siempre que podemos, hacemos uso de los restaurantes.
Si os gusta charlar con los amigos en un ambiente tranquilo y acogedor con unas fantásticas vistas, el 360 Bar & Lounge es vuestro lugar. Se encuentra por encima de la cubierta 12, podríamos decir que en la 13 pero no lo es porque no es una cubierta en sí. Lo reconoceréis por su forma circular cerca a la chimenea y junto la pared de escalada. Podréis cambiar impresiones sobre la jornada, leer un libro o simplemente tomar algo sin que os moleste el tema climatológico o sonoro.
RESTAURANTES
Como he comentado anteriormente, nosotros preferimos los restaurantes. A la hora de comer en ellos tenéis que tener en cuenta algunas cosas. A la hora de la comida, (almuerzo), como sabéis, no hay turnos ni reservas de mesa, vamos, como en casi todos los cruceros. A la hora de entrar os irán acomodando y completando mesas con lo cual, si vais con amigos o en grupo entrar todos juntos porque no reservan plazas.
La comida es tipo buffet. La bebida os la sirven, pero todo lo demás tenéis que cogerlo vosotros. Una sugerencia si sois de platos de cuchara: a mí personalmente me gustó mucho la oferta de sopas, cremas y platos caseros típicos de varias regiones de España. Cada día había tres tipos de comida de cuchara diferentes pero de las tres, siempre había una que me encantaba como: callos a la madrileña, rabo de buey, habas a la catalana, lentejas con chorizo, alubias con chorizo y cocido madrileño entre otras cosas. Aparte, naturalmente, estaban las islas con todo lo demás. Los postres, ¿qué deciros de ellos…?, ¿habéis comido postres en algún crucero que no os haya gustado?. Imagino la respuesta, así que lo dejo ahí.
CENAS A LA CARTA
La primera noche no tuvimos espectáculo ni cena a la carta, podíamos cenar en el Restaurante sin turno ni mesa asignada tipo buffet como si se tratara de la comida, (almuerzo).
La segunda noche ya dispusimos de nuestra mesa y turno de cena:
• Restaurante asignado: Auster
Hacía tiempo que no viajábamos con Pullmantur, concretamente desde 2008, ese año fue nuestro último crucero con la compañía, el denominado “Rondó Veneciano” a bordo del Zenith. Ha llovido bastante desde entonces, ¿verdad?
En 2004 nos bautizamos en el tema cruceros con la naviera Pullmantur a bordo del R6 en el mítico recorrido “Rondó Veneciano”. Volveríamos a repetir con la naviera de la Ñ en 2006 cruzando el charco para realizar “Sueños del Caribe” a bordo del Holiday Dream, y como no hay dos sin tres, repetimos ruta en 2008, el crucero que os comentaba más arriba: (Rondó Veneciano), a bordo del Zenith. Por lo tanto, iba siendo hora de repetir experiencias con la naviera que tantos recuerdos nos traía.
Después de navegar en diferentes compañías y conocer diversos itinerarios desde 2004, decidimos realizar Fiordos Noruegos, zona que ya conocíamos de nuestra travesía en 2011. Eso sí, en esta ocasión conoceríamos algunas escalas desconocidas para nosotros.
La oferta disponible para Capitales Bálticas era idéntica a la que ya conocíamos de nuestro crucero en 2010, por lo tanto, la decisión estaba tomada.
El Monarch también era un barco desconocido para nosotros, así que decidimos lanzarnos de lleno a esta nueva aventura cuyas impresiones os comentaré en este relato, impresiones relativas tanto a los traslados como al barco y toda su oferta a bordo. Esta información la ampliaremos más adelante con informes más completos incluyendo las escalas.
¿ESTÁIS PREPARADOS?
Al reservar a última hora no tuvimos elección de volar desde Madrid, además, nuestros compañeros de viaje no tenían buena combinación de trenes para su regreso. Nuestro caso era diferente ya que nuestro tren de vuelta si nos permitía un amplio margen de maniobra para la vuelta, pero decidimos acompañarlos para que no hicieran el trayecto solos, ya que hay bastantes kilómetros hasta nuestro destino. Si a esto le añadimos el tiempo de antelación que debíamos estar en la terminal para facturar, las horas de descanso en el hotel iban a ser bastante limitadas.
DESPLAZAMIENTO
Partimos con la idea de llegar a Barcelona a las cuatro de la mañana. Entre dejar el coche en el parking del hotel cercano al aeropuerto y posterior traslado, llegamos al aeropuerto con dos horas y media de antelación, así que allí nos presentamos con bastantes horas sin dormir pero la aventura valió la pena.
FACTURACIÓN Y VUELO
Nuestra llegada a los 2 mostradores de la compañía aérea AlbaStar, compañía desconocida para nosotros y dedicada generalmente a realizar vuelos chárter, la realizamos sin mayor problema. Eso sí, parece que la gente no duerme pues la cola ya estaba más que formada y fuimos de los 15 o 20 últimos en completarla, (como de costumbre).
Dos asistentes de la naviera comprobaban datos de los pasajeros y etiquetas colocadas en las maletas como es habitual en todas las compañías.
La espera no fue muy tortuosa. Teníamos algo de preocupación por el peso de nuestras maletas ya que en la web de la compañía indicaban un peso máximo. Para este viaje en concreto disponíamos de un límite de 21 kilos por maleta como así fue. No llegamos a rebasarlos y respiramos tranquilos.
Facturamos, e hicimos la pregunta del millón teniendo en cuenta que éramos de los últimos…. ¿Nos puede asignar ventanilla?
Pues sí, nos asignaron ventanilla. A nuestros compañeros asientos contiguos, (juntos), pero uno a cada lado del pasillo, además en la fila 17 del Boeing 737-400. O sea, que a veces el estar de los primeros no significa que te asignen el mejor asiento debido al sistema que vete tú a saber cuál es. Eso sí, naturalmente siendo de los primeros ventanilla tienes seguro.
Volando hacia Rostock - © Cruceroviajes |
Una vez facturadas las maletas subimos a la planta superior para pasar el control de seguridad, algo de caos debido a la posible “huelga” de los empleados de seguridad. La Srta., (por decir algo), a cargo del escáner la tomó con nosotros argumentando que llevábamos, (textualmente): cargadores de móviles, líquidos y dos paraguas, y nos hizo sacar todo de la maleta con malos modos. Quiero reseñar que los líquidos eran de la capacidad permitida y metidos en sus bolsas transparentes correspondientes, (perfume, desodorante, etc.), y los paraguas plegables, ya que se entiende que si íbamos a Noruega nos podía llover algún día.
Al no haber espacio para ello tuvimos que hacerlo todo en el suelo. Volvimos a pasar de nuevo la cola y había otra empleada a cargo del escáner, lo vio todo correcto por el aparato y pasamos sin problema. Por lo visto nos tocó la tocapelotas del comité de empresa por sus malos modales y la forma de actuar incluso con sus compañer@s debido al conflicto laboral que tenían.
Pasada esta mala experiencia nos dirigimos a la puerta de embarque, donde poco antes de la hora prevista del mismo algunos “desesperados” ya formaban cola como si se les fuera a escapar el avión. No valía la pena estar tanto tiempo de pie cuando tienes tu asiento asignado.
Ya en nuestro asiento, más tranquilos y con el sol despuntando por nuestras ventanillas, se formaba la situación perfecta para que aparezca el sueño en cualquier momento del trayecto, en el cual nos ofrecieron unos zumos y snacks.
Realizamos un vuelo tranquilo con llegada en hora a nuestro destino: Rostock, (Alemania).
LLEGADA AL AEROPUERTO DE ROSTOCK
Estaba lloviznando en el aeropuerto de destino, un aeropuerto no muy grande pero acogedor y con una señalización a pie de pista envidiable. Las indicaciones por parte del personal de Pullmantur fueron correctas, apoyadas por diversos monitores de TV que íbamos encontrando en nuestro camino y nos indicaban la dirección a seguir hasta llegar a los autocares que nos trasladarían hasta el puerto, indicándonos que las maletas las encontraríamos en la puerta de nuestros camarotes, con lo cual nos facilitaba las cosas.
Hacía fresquito y la verdad es que se agradecía, pues dejamos en origen un país con mucho, mucho calor. Rostock se encuentra en el norte de Alemania y se notaba.
CHECK IN
Los vuelos iban llegando escalonadamente durante el día a Rostock con lo cual, y en teoría, debería ser un embarque sin aglomeraciones. Todo el pasaje comenzaba el viaje en este puerto.
Fuimos accediendo a una carpa pre-embarque, nos facilitaron unos refrescos y una cartulina con un número para el embarque ordenado. No sé por qué, pero los empleados iban formando una cola y se pasaban por el forro el orden de los números, con lo cual os podéis imaginar el descontento de los pasajeros, e incluso la facilidad de algún “cara dura”, (que siempre los hay), para saltarse el orden y colarse donde no debe con el consiguiente descontento y follón por parte de otros pasajeros. Creo que deberían tomar nota y solucionar esto para que no vuelva a ocurrir en otras ocasiones. El embarque con números lo hemos realizado en otras compañías y nunca hemos tenido problemas.
Según mi modesta opinión, otra cosa que ralentiza bastante el sistema de embarque es la foto de rigor antes del Check in.
Una vez rebasado todo esto y en otro recinto, nos tocó el turno para realizar el Check-in, donde nos hicieron la foto de seguridad, comprobación de documentos y el registro de la tarjeta para los pagos. Comenzábamos a disfrutar del IDIOMA, nos entendíamos todos e incluso podíamos gastar bromas con los empleados, (lo echábamos de menos). Llevar algunos de los documentos rellenos desde casa facilita las cosas para no perder mucho tiempo.
EMBARQUE
Cuando accedimos al barco nos comunicaron que hasta las 14:00 horas no tendríamos disponibles nuestros camarotes, al mismo tiempo que los lugares donde podríamos comer algo, así que nos dispusimos a conocer un poco el barco y sus rincones antes de darle “alegría” a nuestros estómagos.
CONOCIENDO EL BARCO
El barco en sí, sin ser de última generación ni tan siquiera un mega barco en tamaño, nos va sorprendiendo gratamente. Su tamaño, como he comentado no es XL, pero tampoco es pequeño.
Atrio del Monarch - © Cruceroviajes |
Los dos ascensores panorámicos nos daban la opción de observar todas estas zonas descritas y comentar que no vimos aglomeración en los mismos durante casi todo el viaje, posiblemente por el tipo de distribución que os decía antes. No esperaba ver este atrio en el barco. La verdad que nos gustó mucho.
Los lugares de paso donde posiblemente se pueda encontrar más aglomeración en ciertos momentos, es el Bar Fragata debido, según mi opinión, a dos cosas:
1 – Que queramos tomarnos algo en el bar después del espectáculo. El Salón Broadway, al contrario que la mayoría de barcos actuales, se encuentra en popa y el Bar Fragata es paso obligado hacia el Centrum al igual que el Casino.
2 – Que queramos disfrutar del grupo de música en directo, (Trío Flamenco o Grupo Monarch).
Si a pesar de la efectividad de los camareros no encontráis sitio en este bar para tomar algo, en el lado opuesto se encuentra el Casino. No dudéis, acercaros allí antes de que los indecisos y habituales del “donde vamos”, se os adelanten. Si ninguna de las dos cosas es efectiva, siempre queda la opción B: El Rendez Vous os espera con los brazos abiertos, todo es cuestión de decisiones rápidas.
Os lo comento como anécdota, así que no preocuparos que no tendréis problema.
El Centrum nos deleitó con algunas sorpresas. Una noche al salir de la cena vimos bastante movimiento de gente por allí, todo estaba a punto y comenzaron su actuación. Si, eran dos miembros del Trío Flamenco actuando para todo el recinto, que como os he dicho, ocupa varias cubiertas. Se formó un gran ambientazo y decidí grabar lo que pude. (Podéis verlo en mis vídeos).
¿Desde dónde podría captar mis tomas para mostrar la actuación y el propio ambiente generado en todo el recinto?
Sí, estáis en lo cierto. Desaparecí del lugar accediendo a uno de los ascensores panorámicos. Disfruté mucho captando las imágenes para compartirlas con todos vosotros. Así funciono yo: veo, controlo y actúo.
En otra jornada la actuación fue de acrobacia, que por supuesto también grabé. El riesgo estaba patente pues la altura era considerable y el peligro existía.
CASINO
El Casino no es excesivamente grande pero suficiente para los amantes del juego, en ningún momento lo vimos colapsado. Imagino que todo dependerá de la procedencia y costumbres de los pasajeros.
El Casino no “mata” la vista con colores potentes. Hay barcos en cuyas decoraciones predomina el rojo y son bastantes molestos a la vista, la verdad.
Las máquinas tragaperras del Casino Del Mar son de última generación y recientemente instaladas, alguna de ellas no la habíamos visto en ningún otro crucero, como La Rueda de la Fortuna. Imagino que para el pasaje americano faltarían metros para el juego.
CUBIERTA SUPERIOR
Nos desplazamos a la cubierta superior donde se encuentran las piscinas, (dos), y entre ellas un par de jacuzzis, Bar Panorama, Bar Marina, así como el Buffet y otros servicios más. Es el lugar ideal para celebrar fiestas y animación al aire libre, de hecho, el día de navegación se celebró la fiesta allí.
Piscina del Monarch - © Cruceroviajes |
En la cubierta inferior encontramos islas con lo típico de estos lugares, un poco de todo y para todos los gustos.
No somos amantes de los buffets, solo hacemos uso de ellos cuando no tenemos otra alternativa como es el caso de restaurantes cerrados por horario o que no tengamos ganas de madrugar para el desayuno. Los horarios son más amplios, y en combinación con otras partes del barco siempre hay algún sitio donde tomar algo. Entre cruceristas se comenta que los buffets en los cruceros son repetitivos. Normalmente hay de todo: carne, pescado, embutidos, etc.
En el caso del Monarch, además, tanto en el buffet como en los restaurantes siempre había tres opciones de caldos, cremas y/o comidas caseras de cuchara de las que dimos buena cuenta. Siempre que todo el pasaje se encuentre a bordo, como es el caso de días de navegación o embarques en los que el barco zarpa muy pronto, los buffets suelen tener problemas de espacio. Nosotros siempre que podemos, hacemos uso de los restaurantes.
Si os gusta charlar con los amigos en un ambiente tranquilo y acogedor con unas fantásticas vistas, el 360 Bar & Lounge es vuestro lugar. Se encuentra por encima de la cubierta 12, podríamos decir que en la 13 pero no lo es porque no es una cubierta en sí. Lo reconoceréis por su forma circular cerca a la chimenea y junto la pared de escalada. Podréis cambiar impresiones sobre la jornada, leer un libro o simplemente tomar algo sin que os moleste el tema climatológico o sonoro.
RESTAURANTES
Como he comentado anteriormente, nosotros preferimos los restaurantes. A la hora de comer en ellos tenéis que tener en cuenta algunas cosas. A la hora de la comida, (almuerzo), como sabéis, no hay turnos ni reservas de mesa, vamos, como en casi todos los cruceros. A la hora de entrar os irán acomodando y completando mesas con lo cual, si vais con amigos o en grupo entrar todos juntos porque no reservan plazas.
La comida es tipo buffet. La bebida os la sirven, pero todo lo demás tenéis que cogerlo vosotros. Una sugerencia si sois de platos de cuchara: a mí personalmente me gustó mucho la oferta de sopas, cremas y platos caseros típicos de varias regiones de España. Cada día había tres tipos de comida de cuchara diferentes pero de las tres, siempre había una que me encantaba como: callos a la madrileña, rabo de buey, habas a la catalana, lentejas con chorizo, alubias con chorizo y cocido madrileño entre otras cosas. Aparte, naturalmente, estaban las islas con todo lo demás. Los postres, ¿qué deciros de ellos…?, ¿habéis comido postres en algún crucero que no os haya gustado?. Imagino la respuesta, así que lo dejo ahí.
CENAS A LA CARTA
La primera noche no tuvimos espectáculo ni cena a la carta, podíamos cenar en el Restaurante sin turno ni mesa asignada tipo buffet como si se tratara de la comida, (almuerzo).
La segunda noche ya dispusimos de nuestra mesa y turno de cena:
• Restaurante asignado: Auster
• Mesa: 33
• Turno de cena: 1º
• Hora: 19:30
Con lo de la hora temprana muchos se asustan, pero tiene sus ventajas. Después de elegir siempre el segundo turno de cena en otros cruceros y asignarnos en uno de ellos el primero sin posibilidad de cambio, ya que el barco iba a tope, nos dimos cuenta que el primer turno nos ofrecía muchas ventajas, como por ejemplo; el hacer la digestión con tiempo a la hora de dormir o servicio más eficiente ya que los camareros juegan con el horario y no se pueden “dormir” para que el segundo turno se ofrezca sin problemas. Además, si controláis el horario no hará falta estar allí a las 19:30. Preguntamos cuál era el tiempo de cortesía que solían dar y accedíamos unos minutos antes, sobre las 19:50 horas, Si contamos el tiempo que tardan en pedir las comandas y las charlas sobre cómo ha ido la jornada, encontramos un horario perfecto, con al valor añadido de que dormiremos mucho mejor.
La segunda noche, primera a la carta y Cena de Gala, nos dijeron que era una sorpresa, no teníamos carta donde elegir sino un menú degustación para todos los pasajeros igual, (algo inusual para nosotros). Como sabéis, el menú elaborado por Paco Roncero. Todo un acierto, como diría nuestro amigo Chema Rodríguez “todo exquisito”. Quiero comentaros que nos encantó, cuando hablo de que “nos encantó” no hablo solo de nosotros cuatro. Valoro los comentarios de los otros 6 compañeros de mesa que conocimos allí mismo. Para nosotros, un acierto y algo diferente.
Antes de seguir con la carta, quiero comentar que nuestros camareros, Daniel y Eric, (Colombia), fueron durante todo el crucero excelentes profesionales, atentos, efectivos y buenos informadores sobre los destinos del siguiente día.
OS DESVELAMOS LOS SECRETOS DE LA CARTA “RONCERO”
La carta del Monarch, disponibles las siguientes noches, (imagino que serán afines en los demás barcos), era diferente a las que conocíamos hasta ahora. Me refiero a que no era una carta diferente cada día. Muchos son los comentarios que últimamente habíamos leído sobre la gastronomía en los barcos de esta naviera. Ante las dudas de la carta os desvelamos lo que nos pareció. Eso sí, fue el segundo día de tenerla delante de nuestros ojos cuando preguntamos al camarero y nos desveló la diferencia con las cartas tradicionales.
La carta está dividida en tres partes:
• Izquierda: La parte principal donde solemos elegir nuestros platos: Idéntica todas las noches pero con una buena variedad de platos.
• Derecha: Es la opción vegetariana:Idéntica todas las noches.
• Centro: En esta parte de la carta se encuentra las “Sugerencias del Chef”: Cada día una sugerencia diferente.
Si no os gusta complicaros la vida podéis pedir las sugerencias del Chef todas las noches. No repetiréis platos, si optáis por combinarlos, (se pueden hacer desde cualquiera de las tres partes), tendréis variedad como para no repetir ninguno, pero os aseguro que algunos de los platos disponibles los repetiréis, ¿el motivo?, os encantarán. Nosotros llegamos a un punto al final del crucero, que viendo algunos platos que gustaron a nuestros compañeros de mesa, no los habíamos probado. Daniel siempre atento a nuestros comentarios, ofreció traernos un par de ellos para que no nos quedáramos con las ganas. Estos son los camareros que echábamos en falta.
Sobre la bebida os diré que sirven agua en vaso. Al igual que podemos pedir vino, refrescos, cerveza etc. Nosotros pedíamos agua con gas. Nos la servían de botella y nos reponían cuando hacía falta.
A la hora de la comida en otros restaurantes, o incluso en alguna barra, pedimos agua con gas y nos dijeron que teníamos que pagar suplemento, (no lo entiendo), cuando en la cena nos la servían sin problema. Además, es mucho más barata que los cócteles o el propio vino.
BARES
Nuestro bar preferido, sin duda, fue el Fragata. Un lugar agradable donde tomábamos nuestros buenos cafés y donde el servicio de camareros era excelente. Música en directo, pero en ciertos momentos desbordados por la gente ya que no éramos los únicos a los que nos agradaba ese lugar.
No somos de anclarnos en bares a tomar copas por tomar a pesar de ser
un crucero con T.I. Nos limitábamos a tomar lo de costumbre: cafés e
infusiones, alguna copa en el teatro y algo de vez en cuando.
El Salón Rendez-Vous estaba más enfocado a concursos y juegos con los pasajeros, con música también en vivo. Estuvimos allí un par de veces a tomar café cuando no encontrábamos sitio en otros lugares. Mucho ambiente participativo y un buen servicio de camareros.
ESPECTÁCULOS
De las siete noches que disfrutamos de ellos, una noche no hubo, (la de gala), ya que fue la noche de presentación de oficiales y jefes de departamento, Tres no llegaron al excelente. Las otros tres lo hicieron con creces.
La NOCHE DE COMEDIA fue sin duda una noche especial, muy bien llevada por Joan Gimeno, el cual nos hizo reír durante todo el espectáculo sin parar. Al final del mismo la gente respondió en pie con una larga ovación.
Los espectáculos ROCK NEVER DIES y ABBA THANK YOU FOR THE MUSIC fueron los dos en los que nos faltó tiempo, o sea, de esas que dices, ¿ya se ha acabado?. Interpretaciones y puesta en escena excelentes, pero sobre todo nos encantó la música en directo y las voces, inigualables, he sido músico y sé valorarla, sobre todo cuando se hace bien. Hemos asistido a espectáculos de este tipo en algunos barcos cuya voz era en directo pero no así la música.
Nuestra situación en el teatro fue todas las noches en el mismo lugar. Nos sentamos una noche en la parte central ya que íbamos con tiempo para poder elegir, pero esta zona tiene los asientos corridos, (nada que objetar), pero los respaldos muy bajos con lo cual se nos antojaba algo incómodos. Nos trasladamos a un lateral y ahí sí que eran butacas individuales y cómodas para aguantar cada sesión. Todas las noches nos sentábamos en el mismo lugar.
Todas las noches llegábamos con tiempo suficiente para sentarnos en nuestro lugar preferido, o sea, vivíamos el final del bingo diario. Nada más llegar al teatro, nuestro compañero Félix nos preguntaba: ¿qué queréis tomar?, y al momento venía con las copas. No os puedo decir dónde se las agenciaba pero la verdad es que no tardaba nada.
CAMAROTE
Nuestro camarote era el número 3600, de tamaño no muy grande pero suficiente. Digamos que el tamaño era normal o estándar. Con dos literas a ambos lados que dificultaban un poco el acceso por uno de los laterales, ya que por el otro no se podía acceder por estar la cama pegada a la pared. El escritorio disponible en el camarote dificulta la entrada por el lateral que os comentaba aunque de haber sido más corto habría que eliminar los cajones situados en ese el lateral.
En esta zona de la cubierta las literas se alternan en los camarotes, o sea, un camarote con literas y otro no.
Lo primero que miran las señoras cuando entran al camarote son los armarios disponibles donde colocar la ropa de nuestras maletas, ropa que casi nunca se usa al completo. El espacio disponible para guardarlo todo, a primera vista, se nos antojaba pequeño pero debido a las baldas, cajones y las propias perchas, fue suficiente para toda la ropa que llevábamos. No tuvimos problemas.
El baño es rectangular y dimensiones normales. Tanto la
iluminación del baño como la del escritorio, era bastante buena,
muy buena, algo que hemos echado en falta en algún que otro crucero de
los llamados modernos. Una de las cosas que nos fijamos nosotros al entrar en
los camarotes son los enchufes donde colocar los cargadores de todos
los aparatos, La disponibilidad era escasa, pues teníamos dos en el
escritorio, (uno europeo y otro americano), y otro en el baño con tres
agujeros para que según la forma de enchufar el cable obtener 125 ó 220
voltios. Tener en cuenta que si dejáis algo cargando y
apagáis el interruptor de la luz del baño, se anulará la corriente del
enchufe. Como necesitamos más enchufes de los disponibles en ciertos momentos,
no tuvimos más remedio que echar mano del enchufe del televisor anulando la
posibilidad de poder verla.
Nuestro cabinista (Nelson) estuvo a la altura y fue bastante efectivo y atento. Nos comunicó que los camarotes se arreglaban dos veces al día, (hasta ahí todo normal), pero lo hacían una vez por la mañana y otra sobre las cinco de la tarde. Como algunas tardes estuvimos descansando, se quedaba solo en una. Para nosotros no es ninguna dificultad pero no íbamos a perder la siesta. En uno de los cajones había disponible un secador y en la parte del armario la caja de seguridad muy fácil de configurar.
Según mi opinión, los camarotes son la parte más necesitada de una restauración tanto de moquetas como de paneles y muebles. A su favor comentar que dormimos muy a gusto, sin ruidos y cómodos, teníamos cuatro almohadas de distintas densidades. Soy de la opinión de que si duermo a gusto y no tengo ruidos me doy por satisfecho, pero no deberían pasar por alto esto de las reformas de los camarotes pues no soy el único que lo piensa.
La situación de nuestro camarote no podía ser mejor, accedíamos a todos los lugares del barco fácilmente incluido al Restaurante. Lo teníamos todo a mano, lo que nos permitía controlar mucho mejor el tiempo.
DESEMBARQUE
Como es habitual tuvimos que preparar las maletas la noche anterior y sacarlas al pasillo para su retirada por la tripulación.
Recibimos en el camarote un sobre con las etiquetas correspondientes a nuestro vuelo de regreso y hora de desembarque. El sobre contenía la tarjeta de embarque de nuestro vuelo con los mismos asientos asignados del vuelo de ida. Con este detalle ya no tuvimos que manejar las maletas. Las recogimos directamente en el aeropuerto de Barcelona. Esto se agradece.
El día de desembarque nos reunimos en la discoteca a la hora
establecida según el color de nuestra etiqueta y dejamos el barco a la
hora indicada. Los autocares nos llevaron directamente a la terminal. De
Bergen sólo pudimos ver el puerto y las zonas por donde circulaba nuestro
autobús, al ser nuestro vuelo de los primeros no teníamos otra opción.
Era temprano y el tiempo no acompañaba mucho, las calles estaban todavía casi desiertas.
A la hora de realizar el check-in lo hicieron de una manera muy estricta en temas de seguridad, pero con una amabilidad inusual, nada que ver con el caso de Barcelona. Incluso el responsable que nos atendió nos preguntó si lo habíamos pasado bien en el crucero. Habían algunas personas traduciendo cuando hacía falta.
El aeropuerto desde donde salía nuestro vuelo era nuevo, todavía no estaba inaugurado oficialmente con lo que tuvieron la gentileza de ofrecernos cafés y agua a los adultos y dulces para los niños de forma gratuita.
Solo se encontraba abierto un comercio y junto a él, un mostrador donde pudimos pedir la devolución del impuesto de nuestras compras, (llevar preparados y rellenos los papeles de los tickets), Os pueden realizar la devolución en moneda local, (en el acto), o en euros, pero con cargo a vuestra tarjeta de crédito.
A FAVOR:
• Itinerario: bonito y acertado, relajante y fresquito en ocasiones. Teniendo en cuenta las temperaturas soportadas en nuestro país se agradece.
• Camarote: cómodo y sin ruidos, Nº 3600
• Barco: en general agradable y muy manejable a la hora de movernos por él. Navega muy bien y de un tamaño ideal para no sentirse saturado como en barcos con muchos más pasajeros. En ningún momento sentimos agobio de gente.
• Ambiente e idioma español: lo echábamos en falta.
• Gastronomía: muy cuidada y sabrosa, excelente servicio por parte de nuestros camareros: Daniel y Eric. Si Daniel era efectivo, Eric siempre estaba atento a nuestras copas para rellenarlas.
• Espectáculos: disfrutamos mucho con tres de ellos: ( NOCHE DE HUMOS, ROCK NEVER DIES y ABBA THANK YOU FOR THE MUSIC). Música en vivo muy buena, además, tuvimos dos sorpresas en el Centrum con un excelente ambiente donde disfrutamos bastante. La música del Bar Fragata nos encantó.
• Camareros de bares: efectivos en todos los bares pero sobre todo en el Bar Fragata que es el que más frecuentábamos
• Animación: buena. Este itinerario no se presta a muchas fiestas en la piscina debido a la climatología, pero la fiesta realizada el día de navegación fue fenomenal.
• Desembarque en las escalas: sin problemas.
• Desembarque final: ordenado y en hora, además de no tocar nuestras maletas hasta el aeropuerto de destino. Una gran ventaja.
EN CONTRA
• Check in a nuestra llegada: tienen que mejorarlo para que sea lo más efectivo posible.
• Espectáculos: (2), no destacaron según nuestros gustos.
• Agua embotellada: la no inclusión en ciertos bares o restaurantes, algo que no se entiende.
• Camarote: necesita reformas.
• Pizzas: no les daría un 10.
• Zumos de naranja: variaban mucho en calidad de un día a otro, (cuestión de suerte quizás).
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• Turno de cena: 1º
• Hora: 19:30
Con lo de la hora temprana muchos se asustan, pero tiene sus ventajas. Después de elegir siempre el segundo turno de cena en otros cruceros y asignarnos en uno de ellos el primero sin posibilidad de cambio, ya que el barco iba a tope, nos dimos cuenta que el primer turno nos ofrecía muchas ventajas, como por ejemplo; el hacer la digestión con tiempo a la hora de dormir o servicio más eficiente ya que los camareros juegan con el horario y no se pueden “dormir” para que el segundo turno se ofrezca sin problemas. Además, si controláis el horario no hará falta estar allí a las 19:30. Preguntamos cuál era el tiempo de cortesía que solían dar y accedíamos unos minutos antes, sobre las 19:50 horas, Si contamos el tiempo que tardan en pedir las comandas y las charlas sobre cómo ha ido la jornada, encontramos un horario perfecto, con al valor añadido de que dormiremos mucho mejor.
La segunda noche, primera a la carta y Cena de Gala, nos dijeron que era una sorpresa, no teníamos carta donde elegir sino un menú degustación para todos los pasajeros igual, (algo inusual para nosotros). Como sabéis, el menú elaborado por Paco Roncero. Todo un acierto, como diría nuestro amigo Chema Rodríguez “todo exquisito”. Quiero comentaros que nos encantó, cuando hablo de que “nos encantó” no hablo solo de nosotros cuatro. Valoro los comentarios de los otros 6 compañeros de mesa que conocimos allí mismo. Para nosotros, un acierto y algo diferente.
Antes de seguir con la carta, quiero comentar que nuestros camareros, Daniel y Eric, (Colombia), fueron durante todo el crucero excelentes profesionales, atentos, efectivos y buenos informadores sobre los destinos del siguiente día.
OS DESVELAMOS LOS SECRETOS DE LA CARTA “RONCERO”
La carta del Monarch, disponibles las siguientes noches, (imagino que serán afines en los demás barcos), era diferente a las que conocíamos hasta ahora. Me refiero a que no era una carta diferente cada día. Muchos son los comentarios que últimamente habíamos leído sobre la gastronomía en los barcos de esta naviera. Ante las dudas de la carta os desvelamos lo que nos pareció. Eso sí, fue el segundo día de tenerla delante de nuestros ojos cuando preguntamos al camarero y nos desveló la diferencia con las cartas tradicionales.
Noche de gala a bordo |
La carta está dividida en tres partes:
• Izquierda: La parte principal donde solemos elegir nuestros platos: Idéntica todas las noches pero con una buena variedad de platos.
• Derecha: Es la opción vegetariana:Idéntica todas las noches.
• Centro: En esta parte de la carta se encuentra las “Sugerencias del Chef”: Cada día una sugerencia diferente.
Si no os gusta complicaros la vida podéis pedir las sugerencias del Chef todas las noches. No repetiréis platos, si optáis por combinarlos, (se pueden hacer desde cualquiera de las tres partes), tendréis variedad como para no repetir ninguno, pero os aseguro que algunos de los platos disponibles los repetiréis, ¿el motivo?, os encantarán. Nosotros llegamos a un punto al final del crucero, que viendo algunos platos que gustaron a nuestros compañeros de mesa, no los habíamos probado. Daniel siempre atento a nuestros comentarios, ofreció traernos un par de ellos para que no nos quedáramos con las ganas. Estos son los camareros que echábamos en falta.
Sobre la bebida os diré que sirven agua en vaso. Al igual que podemos pedir vino, refrescos, cerveza etc. Nosotros pedíamos agua con gas. Nos la servían de botella y nos reponían cuando hacía falta.
A la hora de la comida en otros restaurantes, o incluso en alguna barra, pedimos agua con gas y nos dijeron que teníamos que pagar suplemento, (no lo entiendo), cuando en la cena nos la servían sin problema. Además, es mucho más barata que los cócteles o el propio vino.
BARES
Nuestro bar preferido, sin duda, fue el Fragata. Un lugar agradable donde tomábamos nuestros buenos cafés y donde el servicio de camareros era excelente. Música en directo, pero en ciertos momentos desbordados por la gente ya que no éramos los únicos a los que nos agradaba ese lugar.
Bar Fragata en el Monarch - © Cruceroviajes |
El Salón Rendez-Vous estaba más enfocado a concursos y juegos con los pasajeros, con música también en vivo. Estuvimos allí un par de veces a tomar café cuando no encontrábamos sitio en otros lugares. Mucho ambiente participativo y un buen servicio de camareros.
ESPECTÁCULOS
De las siete noches que disfrutamos de ellos, una noche no hubo, (la de gala), ya que fue la noche de presentación de oficiales y jefes de departamento, Tres no llegaron al excelente. Las otros tres lo hicieron con creces.
La NOCHE DE COMEDIA fue sin duda una noche especial, muy bien llevada por Joan Gimeno, el cual nos hizo reír durante todo el espectáculo sin parar. Al final del mismo la gente respondió en pie con una larga ovación.
Los espectáculos ROCK NEVER DIES y ABBA THANK YOU FOR THE MUSIC fueron los dos en los que nos faltó tiempo, o sea, de esas que dices, ¿ya se ha acabado?. Interpretaciones y puesta en escena excelentes, pero sobre todo nos encantó la música en directo y las voces, inigualables, he sido músico y sé valorarla, sobre todo cuando se hace bien. Hemos asistido a espectáculos de este tipo en algunos barcos cuya voz era en directo pero no así la música.
Espectáculos a bordo - © Cruceroviajes |
Nuestra situación en el teatro fue todas las noches en el mismo lugar. Nos sentamos una noche en la parte central ya que íbamos con tiempo para poder elegir, pero esta zona tiene los asientos corridos, (nada que objetar), pero los respaldos muy bajos con lo cual se nos antojaba algo incómodos. Nos trasladamos a un lateral y ahí sí que eran butacas individuales y cómodas para aguantar cada sesión. Todas las noches nos sentábamos en el mismo lugar.
Todas las noches llegábamos con tiempo suficiente para sentarnos en nuestro lugar preferido, o sea, vivíamos el final del bingo diario. Nada más llegar al teatro, nuestro compañero Félix nos preguntaba: ¿qué queréis tomar?, y al momento venía con las copas. No os puedo decir dónde se las agenciaba pero la verdad es que no tardaba nada.
CAMAROTE
Nuestro camarote era el número 3600, de tamaño no muy grande pero suficiente. Digamos que el tamaño era normal o estándar. Con dos literas a ambos lados que dificultaban un poco el acceso por uno de los laterales, ya que por el otro no se podía acceder por estar la cama pegada a la pared. El escritorio disponible en el camarote dificulta la entrada por el lateral que os comentaba aunque de haber sido más corto habría que eliminar los cajones situados en ese el lateral.
En esta zona de la cubierta las literas se alternan en los camarotes, o sea, un camarote con literas y otro no.
Lo primero que miran las señoras cuando entran al camarote son los armarios disponibles donde colocar la ropa de nuestras maletas, ropa que casi nunca se usa al completo. El espacio disponible para guardarlo todo, a primera vista, se nos antojaba pequeño pero debido a las baldas, cajones y las propias perchas, fue suficiente para toda la ropa que llevábamos. No tuvimos problemas.
Camarote - © Cruceroviajes |
Nuestro cabinista (Nelson) estuvo a la altura y fue bastante efectivo y atento. Nos comunicó que los camarotes se arreglaban dos veces al día, (hasta ahí todo normal), pero lo hacían una vez por la mañana y otra sobre las cinco de la tarde. Como algunas tardes estuvimos descansando, se quedaba solo en una. Para nosotros no es ninguna dificultad pero no íbamos a perder la siesta. En uno de los cajones había disponible un secador y en la parte del armario la caja de seguridad muy fácil de configurar.
Según mi opinión, los camarotes son la parte más necesitada de una restauración tanto de moquetas como de paneles y muebles. A su favor comentar que dormimos muy a gusto, sin ruidos y cómodos, teníamos cuatro almohadas de distintas densidades. Soy de la opinión de que si duermo a gusto y no tengo ruidos me doy por satisfecho, pero no deberían pasar por alto esto de las reformas de los camarotes pues no soy el único que lo piensa.
La situación de nuestro camarote no podía ser mejor, accedíamos a todos los lugares del barco fácilmente incluido al Restaurante. Lo teníamos todo a mano, lo que nos permitía controlar mucho mejor el tiempo.
DESEMBARQUE
Como es habitual tuvimos que preparar las maletas la noche anterior y sacarlas al pasillo para su retirada por la tripulación.
Recibimos en el camarote un sobre con las etiquetas correspondientes a nuestro vuelo de regreso y hora de desembarque. El sobre contenía la tarjeta de embarque de nuestro vuelo con los mismos asientos asignados del vuelo de ida. Con este detalle ya no tuvimos que manejar las maletas. Las recogimos directamente en el aeropuerto de Barcelona. Esto se agradece.
Bergen - © Cruceroviajes |
Era temprano y el tiempo no acompañaba mucho, las calles estaban todavía casi desiertas.
A la hora de realizar el check-in lo hicieron de una manera muy estricta en temas de seguridad, pero con una amabilidad inusual, nada que ver con el caso de Barcelona. Incluso el responsable que nos atendió nos preguntó si lo habíamos pasado bien en el crucero. Habían algunas personas traduciendo cuando hacía falta.
El aeropuerto desde donde salía nuestro vuelo era nuevo, todavía no estaba inaugurado oficialmente con lo que tuvieron la gentileza de ofrecernos cafés y agua a los adultos y dulces para los niños de forma gratuita.
Solo se encontraba abierto un comercio y junto a él, un mostrador donde pudimos pedir la devolución del impuesto de nuestras compras, (llevar preparados y rellenos los papeles de los tickets), Os pueden realizar la devolución en moneda local, (en el acto), o en euros, pero con cargo a vuestra tarjeta de crédito.
RESUMEN
¿RECOMENDARÍA ESTE CRUCERO?
Por supuesto, no sólo lo recomendaría, sino que me volvería a embarcar en él
A FAVOR:
• Itinerario: bonito y acertado, relajante y fresquito en ocasiones. Teniendo en cuenta las temperaturas soportadas en nuestro país se agradece.
• Camarote: cómodo y sin ruidos, Nº 3600
• Barco: en general agradable y muy manejable a la hora de movernos por él. Navega muy bien y de un tamaño ideal para no sentirse saturado como en barcos con muchos más pasajeros. En ningún momento sentimos agobio de gente.
• Ambiente e idioma español: lo echábamos en falta.
• Gastronomía: muy cuidada y sabrosa, excelente servicio por parte de nuestros camareros: Daniel y Eric. Si Daniel era efectivo, Eric siempre estaba atento a nuestras copas para rellenarlas.
• Espectáculos: disfrutamos mucho con tres de ellos: ( NOCHE DE HUMOS, ROCK NEVER DIES y ABBA THANK YOU FOR THE MUSIC). Música en vivo muy buena, además, tuvimos dos sorpresas en el Centrum con un excelente ambiente donde disfrutamos bastante. La música del Bar Fragata nos encantó.
• Camareros de bares: efectivos en todos los bares pero sobre todo en el Bar Fragata que es el que más frecuentábamos
• Animación: buena. Este itinerario no se presta a muchas fiestas en la piscina debido a la climatología, pero la fiesta realizada el día de navegación fue fenomenal.
• Desembarque en las escalas: sin problemas.
• Desembarque final: ordenado y en hora, además de no tocar nuestras maletas hasta el aeropuerto de destino. Una gran ventaja.
EN CONTRA
• Check in a nuestra llegada: tienen que mejorarlo para que sea lo más efectivo posible.
• Espectáculos: (2), no destacaron según nuestros gustos.
• Agua embotellada: la no inclusión en ciertos bares o restaurantes, algo que no se entiende.
• Camarote: necesita reformas.
• Pizzas: no les daría un 10.
• Zumos de naranja: variaban mucho en calidad de un día a otro, (cuestión de suerte quizás).
Por:
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