EXPLICACIÓN DEL DIARIO DE A BORDO
Copenhague, la capital de
Dinamarca es el centro cultural, financiero y político del país. Los 1.5 millones de daneses que habitan Copenhague disfrutan de los niveles de vida más altos en el mundo.
La ciudad es muy cosmopolita, todavía logra mantener un pequeño encanto de pueblo. Esto es una ciudad que no le abruma, pero al mismo tiempo le hace sentirse cómodo y contento. Las bicicletas se deslizan junto a vehículos motorizados en una manera lenta, el paseo de peatones las calles expansivas y cafés exteriores abundan.
El paso de vida parece lento y la actividad a lo largo de los canales mantiene un ritmo de ocio. Cuando se anda por las calles de buena mañana, el olor de pasteles frescos al horno y el aroma de pan recién hecho acompañado del ambiente musical entretienen.
La lengua oficial de Copenhague es
danesa, pero usted encontrará que muchos daneses hablan
inglés. La moneda oficial es la
Corona danesa (DKK), pero los
Euros y
tarjetas de crédito extensamente son aceptados.
COPENHAGUE
La llegada del crucero a puerto está prevista hacia las
13:30 horas
Salimos a cubierta para ver las maniobras de acercamiento a puerto, la velocidad del barco es muy lenta y hace un día formidable, después de bordear los aerogeneradores situados en el mar nos adentramos en la bocana del puerto donde atracará el
Grand Mistral, de los dos puertos posibles para nuestra llegada, atracaremos en el más alejado.
Como tenemos tiempo de sobra y además hacemos noche en
Copenhague, nos disponemos a comer tranquilamente y sin prisas ya que nuestro compañero
Félix quiere que nos acerquemos al centro con el
(caballo de hierro) competencia de su profesión
(el tren).
A pie de barco tenemos algunos
taxis pero como la estación está cerca preferimos caminar unos minutos. Hay carriles bici bien definidos y bastante transitados por este tipo de vehículos, se nota que llevan años concienciados con la bicicleta no como en Alicante que están creando carriles bici por toda la ciudad pero pintados en medio de calles y calzadas. Por suerte no se ve ninguna bicicleta circulando ya que tienen preferencia y pueden parar todo el tráfico.
Una vez en la estación (está en alto y los trenes pasan con bastante frecuencia), nos disponemos a sacar los billetes en los expendedores automáticos ya que no hay ventanillas para hacerlo personalmente, nos encontramos con varios problemas,
- 1º no entendemos nada de las instrucciones que allí se pueden leer.
- 2º no llevamos moneda local, etc. (vaya pandilla de excursionistas que estamos hechos).
Nos disponemos a cambiar moneda en un establecimiento cercano pero nos quieren dar
gato por liebre en el cambio así que decidimos volvernos al barco y
coger un taxi, vemos con sorpresa que no hay ninguno en la terminal así que otra vez a la estación,
la comida ya la teníamos en los tobillos pero nuestro empeño no fue en vano.
¡Cielos! se acerca un taxi, además de
8 plazas,
Carmelo se ofrece a negociar ya que sabe un idioma que no falla, el idioma
"gestual", el taxista parece bastante legal y nos dice un precio aproximado, aceptamos y nos lleva con taxímetro, o sea,
legal del todo, de esto entendemos bastante, nuestro destino
Tivoli ya que está en una zona que nos interesa, al final
20 € (total).
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| Foto: Cruceristas y Cruceros |
Nos decidimos a patear todo lo que podemos para ver la ciudad, cada uno indicando con el plano que nos hemos agenciado frente a Tivoli que está la
oficina de turismo, después de una buena caminata, nos dirigimos hacia la base de salida de los barcos que hacen los recorridos a través de los canales ya que a pie de barco nos han dado propaganda en la que a una hora determinada y fija sale una lancha
solo para españoles con recorrido mucho más largo que los habituales y cuyo
destino final es el Grand Mistral, entre indicaciones de unos y de otros casi encontramos el embarcadero (vaya guías que me he buscado), yo voy bastante ocupado haciendo fotos, la ciudad es preciosa y por fin llegamos a nuestro destino, quedan pocas plazas para llenar la lancha y nos apresuramos a comprar los pasajes
(15:00 €) por cabeza. Una de las féminas viene con el
"muelle flojo" y tiene que buscar un aseo, no debemos dormirnos ya que sino podemos quedarnos sin plazas en el barco. Para los aseos hay que llevar
moneda local pues son servicios de pago..., como nuestra compañera no llevaba se vio en un apuro y gracias a una señora que le pagó la
"tasa" pudo entrar ya que la encargada de todo aquello no le dejaba entrar sin antes pasar por caja.
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| Foto: Cruceristas y Cruceros |
Iniciamos nuestra navegación, nuestro guía es
argentino con muy buen sentido del humor, la verdad es que el recorrido es una pasada, casi al final pasamos por donde se ubica la famosa
sirenita pero como estaba en la
expo de China no pudimos verla, llegamos al final del recorrido justo al lado de nuestro barco y tras plasmarnos en las cámaras nos decidimos a subir a nuestros camarotes y prepararnos para disfrutar del barco, hay pasajeros que saldrán después de cenar para aprovechar
Copenhague de noche, nosotros preferimos disfrutar de nuestra última noche a bordo con nostalgia de haber disfrutado un maravilloso viaje, preparar el equipaje y descansar para nuestro viaje de vuelta.
Nuestra cena de hoy esta llena de
alegría y tristeza, alegría por haber conocido a nuestros camareros que realmente han sido insuperables, buena gente, profesionales y además AMIGOS, no solemos guardar distancias con ellos ya que son trabajadores como nosotros aunque en estos momentos estemos en el lado de los clientes, su amistad la vemos sincera y a día de hoy (Feb/2011) mantenemos contacto en redes sociales
Ederson Alvarito y ........., sois fantásticos.
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| Foto: Cruceristas y Cruceros |
El espectáculo de esta noche es de los más esperados, tenemos el show de Humor a cargo de
Luismi del Club de la Comedia, el espectáculo tal y como se esperaba es todo un éxito y una vez terminado y siendo la última noche que estamos a bordo lo despedimos en pie aplaudiendo con fuerza el trabajo de este gran humorista.
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| La despedida de Jose Carlos |
Después de dar una última vuelta por el barco y de regreso al camarote encontramos nuestra factura en la puerta como es habitual, la comprobamos y todo está correcto así que a preparar el equipaje y a recepción a rellenar el formulario de reclamación de la rotura de una de las maletas como comenté ya que
así me lo indicaron el primer día, sacamos las maletas al pasillo
¿os suena verdad? (todo acabó) y a intentar recordar nuestro crucero con nostalgia.
Todas las escalas de este crucero:
Embarque en Helsinki
Un saludo y a disfrutar navegando
